lunes, 8 de agosto de 2011

Aristóteles y Platón.


Aristóteles y la propiedad privada

Entre los temas económicos desarrollados por Aristóteles, uno de los más importantes fue la defensa de la Propiedad privada que hizo en La política. Esta defensa fue hecha como una reacción a lo que había planteado anteriormente Platón, quien era un gran defensor del Comunismo (por lo menos de las clases gobernantes).
Para Aristóteles, la Propiedad privada es superior a su Productividad. Para él cuando los Bienes son comunes reciben menor cuidado que cuando son propios. Con esto, el filósofo se transformó en defensor de la existencia de Propiedad privada en la Sociedad. Esta teoría, sin embargo, no sólo la planteó en términos de Productividad: para Aristóteles, el que exista Propiedad privada permite a las personas practicar ciertas virtudes. Por ejemplo, sería imposible ser generoso con algo que no es propio. Además, que los Bienes tengan dueños regula la relación de las personas sobre su uso.

El dinero y el valor en Aristóteles
Uno de los temas más analizados por Aristóteles en materia económica es el dinero. "El hombre es el único animal que “tiene palabra y Dinero", señalaba. Para Aristóteles, el dinero es algo inventado por el ser humano para satisfacer las necesidades del Comercio; es, por lo tanto, algo artificial y no imprescindible para el Desarrollo pleno de las personas.
Aristóteles le da tres características propias al dinero, las que son usadas hasta la actualidad:
  • Dinero es una unidad de cuenta (sirve para saber cuáles cosas son más caras que otras);
  • Medio de cambio (sirve, por ejemplo, para evitar tener que cambiar cien zapatos por una vaca), y
  • Reserva de valor (sirve para acumular Riqueza en el Tiempo).
Si Bien este filósofo legitimó el uso del dinero, su préstamo con Interés lo consideró antinatural. El dinero es estéril, por lo que no se puede crear dinero a partir de dinero. Esta práctica, según el Aristóteles es equivalente a intentar obtener una ganancia que es ilegítima. Es tal la importancia de este planteamiento que, siglos más tarde, Santo Tomás de Aquino lo hizo suyo, y de ahí en adelante la iglesia Católica, la cual rechazó el préstamo de dinero con Interés hasta el siglo XIX. Esto permite explicar, además, que hayan sido principalmente los judíos quienes se dedicaron a la actividad bancaria.
La primera acuñación formal de Moneda la realizaron los lidios de Asia Menor a comienzos del siglo VIII a.C. Posteriormente, cada ciudad griega tuvo su propia moneda, aunque la más cotizada era el tetradracma ateniense. Fue precisamente en Atenas donde se desarrolló una mayor estructura capitalista, al existir bancos que prestaban plata y recibían depósitos.

El valor de las cosas en su precio.
Él lo ejemplificó con la paradoja del hierro y el oro: a pesar de que el hierro es mucho más útil que el oro, éste tiene un valor mayor. La razón fundamental de este hecho es que los bienes más escasos suelen tener un mayor precio, aunque su Valor intrínseco pueda ser menor.
Otro de los puntos relevantes de la obra de Aristóteles es que expresa claramente que la riqueza no tiene límites. Esta visión forma parte de la esencia de la Ciencia Económica, en la que se asume que los Recursos son escasos y las necesidades son ilimitadas. Sin embargo, el filósofo diferencia en forma precisa entre Riqueza y acumulación de Bienes, no es lo mismo tener muchos bienes que disfrutarlos. En este punto, Aristóteles usa el ejemplo del rey Midas, quien, según dice la historia, todo lo que tocaba lo convertía en oro. El pobre rey no podía disfrutar de nada, ya que a pesar de tener muchos bienes, le resultaba imposible gozarlos tal como eran. Así se demuestra cómo ser rico no implica tener bienes, sino que la riqueza está en el poder disponer de ellos.

Mercantilistas.

Los mercantilistas sostenían que las exportaciones traen la riqueza a la nación y defendieron la convivencia de proteger la balanza comercial.
Para los mercantilistas, el objetivo de las actuaciones de las autoridades debía ser el excedente en la balanza comercial. Para ello, se tenían que promulgar medidas de carácter proteccionista y todo tipo de disposiciones administrativas tendentes a fomentar la prosperidad nacional y las exportaciones netas.
Para conseguir estos objetivos, los gobiernos concedieron privilegios comerciales monopolísticos a compañías dispuestas a desarrollar nuevos mercados, con el objetivo de ahorrar moneda extranjera y de aumentar sus ingresos de numerario estimulando su comercio de exportación.

Los autores mercantilistas se caracterizaron por un profundo interés por el mundo real. Éstos fueron quienes produjeron la primera conciencia real de la importancia monetaria y política del comercio internacional.

Los mercantilistas destacaban la importancia de alcanzar superávit en el saldo de la balanza comercial como una forma de acumular oro. Defendían el establecimiento de medidas intervencionistas, pues creían que una postura liberal podría conducir a una pérdida de oro.

Thomas Mun

Thomas Mun nació en Londres y fue un "mercader afortunado", como lo calificó más tarde su hijo. Fue uno de los pensadores del mercantilismo más importantes de la historia.
Thomas Mun, situaban como principal objetivo el Crecimiento de la Riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de Riqueza, como las mercancías.
La Balanza Comercial fue uno de los mayores aportes teóricos de los mercantilistas.
El objetivo de una Balanza Comercial con Superávit era importante pero también se veía la conveniencia de importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos Bienes en el Mercado europeo con importantes Ganancia.
La incursión de Thomas Mun en el pensamiento económico surgió mientras se defendía de los ataques que estaba recibiendo por el manejo de la Compañía de las Indias Orientales de la que fue director por un largo periodo.
Los críticos de Thomas Mun planteaban que la importación de productos que realizaba la compañía era desventajosa para Inglaterra. A raíz de esto, Thomas Mun escribió un libro que fue la base de su pensamiento: Riqueza de Inglaterra por el Comercio Exterior, escrito en 1630, y publicado después de su muerte por su hijo en 1664. Este libro es claramente una manifestación de las ideas económicas mercantilistas de la época.

Antonio Serra

Antonio Serra fue un economista napolitano, que vivió a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. Se incluye entre los mercantilistas, y responde a parecidas circunstancias a los arbitristas de la Castilla de la misma época, también perteneciente a la misma Monarquía Hispánica de los Habsburgo y enfrentada a los mismos problemas económicos, ligados a la Revolución de los Precios del siglo XVI y la crisis del siglo XVII.
En él explica cómo el tipo de cambio de la moneda es el efecto y el índice de la balanza de pagos, y analiza los rubros que integran aquella balanza, rebasando los análisis tradicionales hechos en términos de exportaciones e importaciones solamente, e incluyendo los pagos originados por las industrias conducidas por nacionales en el extranjero y los beneficios que se llevan los intermediarios, poniendo el ejemplo de una Venecia libre y próspera contra un reino de Nápoles atrasado y empobrecido. Demuestra cómo la única manera de poseer dinero en abundancia, cuando no se tienen minas, es haciendo que la balanza de pagos sea favorable, estimulando las exportaciones directas y las prestaciones de servicios y transportes. Probablemente fue Serra el primero que formuló la ley de disminución de rendimientos en la agricultura, en contraste con las amplias oportunidades que ofrecían las industrias y manufacturas en creciente prosperidad



Escuela Fisiocrática.

Los fisiócratas argumentaban que el principal derecho natural del hombre consiste en el disfrute de los resultados de su trabajo, siempre que tal disfrute pueda armonizarse con los derechos de lo demás. De aquí que los gobiernos no deban interferir en los asuntos económicos más allá del mínimo absolutamente imprescindible para proteger la vida y la propiedad y mantener la libertad de contratación.
Los fisiócratas se opusieron a casi todas las restricciones gubernamentales defendidas por los mercantilistas que encorsetaban la actividad económica.

Para los fisiócratas, la agricultura era el único sector genuinamente productivo de la economía, capaz de generar el excedente del cual dependía todo lo demás.

Para éstos la riqueza de una nación procedía de su capacidad de producción y no de la cantidad de oro y plata que poseyera.


F. Quesnay (1694 – 1774)

Fue el fundador y principal representante de la escuela fisiocrática. Para Quesnay, la circulación de la riqueza y de los bienes en una economía era como la circulación de la sangre en un cuerpo.
La idea fundamental de la escuela fisiocrática era la creencia de que las leyes humanas debían estar en armonía con las leyes de la naturaleza.
Quesnay elaboró la Tableau Economique en 1578, que es una descripción del flujo circular de bienes y dinero en una economía donde impera la libre competencia, y en la que existen tres clases sociales: los agricultores, los terratenientes y los industriales comerciantes.





Escuela Clásica.

La economía clásica tiene como núcleo ideológico los trabajos de A. Smith. Las ideas de Smith fueron desarrolladas y formalizadas por David Ricardo. Éste desarrollo el método de análisis propiamente económico, esto es, la elaboración de modelos que permiten extraer los elementos esenciales de los problemas bajo estudio y examinar las interacciones entre sus partes.


Adam Smith (1723 – 1790)

Para Smith, la solución al funcionamiento económico de la sociedad descansa en las leyes del mercado y en la interacción del interés individual y la competencia. El empresario se ve obligado por las fuerzas de la competencia a vender sus mercancías a un precio próximo al costo de producción; así también, lo más eficiente de la economía de mercado es que en ella todo se convierte en mercancías con un precio, y que la oferta de estas mercancías es sensible a los cambios en los precios.
Fue el gran defensor del “laissez faire”, es decir, de la no intervención del gobierno en los asuntos económicos. A su juicio, los gobiernos son derrochadores, fáciles de corromper, ineficaces e inclinados a otorgar privilegios en detrimento de la sociedad en su conjunto. Para promover el bienestar, los mejores medios son el estímulo del propio interés y el desarrollo de la competencia.

§  El progreso económico y la división del trabajo.

Según Smith, uno de los factores fundamentales del crecimiento económico descansa en un concepto que, en cierto modo, fue instruido por él: la división del trabajo. En primer lugar, aumenta la destreza de cada operario. En segundo lugar, se ahorra tiempo. Y por último, se puede inventar una maquinaria para incrementar la productividad una vez que las tarease se han simplificado y convertido en rutinarias. El aspecto negativo es que se puede atrofiar la mente del trabajador y tener efectos nocivos sobre su personalidad.
Si bien la división del trabajo es la base del progreso, ésta depende de la magnitud del mercado. Por esto, Smith defendió la libertad de mercado como pieza fundamental de su pensamiento económico.

 §  La teoría del valor.

Para Smith, el valor era independiente de los caprichos del mercado. Los precios nominales podrían fluctuar, pero el valor permanecería constante. Adam afirmó que el trabajo era la medida del valor. Admitió que cuando se trataba de una sociedad primitiva, el valor de un bien dependía de la cantidad de trabajo necesaria para producirlo.

§  La teoría de la acumulación.

En la obra de Smith, el análisis del cambio dinámico de la sociedad descansa sobre la teoría de la acumulación. Esta teoría viene condicionada por la distribución de la renta entre las diversas clases sociales, y especialmente, por la parte que iba a los capitalistas y a los terratenientes.
Smith destacó los efectos de la acumulación de los beneficios de los empresarios, pues se reinvertirían en maquinaria, permitiendo una mayor división del trabajo y un aumento de la productividad, y generando una mayor riqueza. Por ello, Smith veía en la acumulación de los beneficios el motor que pone en movimiento la mejora de la sociedad.


David Ricardo (1772 – 1823)

Aunque Smith fue el fundador de la escuela clásica, David Ricardo fue la figura más destacada en cuanto al posterior desarrollo de las ideas de los clásicos, debido en parte a que demostró las posibilidades del método abstracto.
 
§  La renta económica.
En primer lugar, debemos destacar que Ricardo formalizó el concepto de renta económica.
Las diferencias en la calidad de la renta de la tierra, determinarían que, si bien los propietarios de las tierras fértiles obtendrían rentas económicas cada vez más altas, la producción en las de peor calidad sería sólo la justa para cubrir los costos y no daría lugar a renta. La clave de la aparición de renta económica radica en que la oferta de tierras fértiles es rígida.

§  La ley de la distribución.
Según Ricardo, la ley de la distribución era uno de los temas más importantes de la teoría económica. Al analizar la distribución de la renta nacional entre las tres clases sociales más importantes destacó que la renta total estaba limitada por los rendimientos decrecientes. En consecuencia, los incrementos en la renta alcanzados por una clase social tienen que lograrse a costa de arrebatárselos a otro grupo social.
En una perspectiva dinámica, Ricardo pensaba que el crecimiento de la población acompañaba a la expansión económica, y que esta expansión llevaría consigo un aumento de las necesidades de alimentos que, debido a la ley de los rendimientos decrecientes, sólo podían satisfacerse a costos más altos.


Thomas R. Malthus (1766 – 1834)

Dentro de la escuela clásica, Malthus representa la actitud más pesimista respecto al futuro del mundo.
Malthus argumentaba que la raza humana tendía a multiplicarse a un ritmo muy rápido, y que la tierra no puede multiplicarse. La consecuencia de esto era que el número de habitantes dejaría inevitablemente atrás al a cantidad de alimentos necesarios para mantenerlos.
Malthus concibió una idea económica que también fue motivo de inquietud. Malthus vivía preocupado por la posibilidad de lo que él llamaba un “atascamiento general”, esto es, una inundación de mercancías sin posibles compradores.



§  Los productores no esenciales y el “atascamiento general”.
Malthus señalaba que existían dos categorías de productos: esenciales y no esenciales. Con los bienes esenciales, que son básicamente los alimentos, nunca habría problemas de saturación. En el caso de los bienes no esenciales, el problema era diferente, pues el equilibrio de los mercados de este tipo de bienes dependía de los gustos de quienes gozan de rentas suficientemente altas para adquirirlos.
Para remediar tales estancamientos, Malthus señaló que una estrategia adecuada podría consistir en construir carreteras y en realizar otras obras públicas, y en que los terratenientes y otras personas con medios contratasen trabajadores para construir, mejorar y embellecer sus terrenos y sus propiedades. Por ello sostuvo que un remedio a la superproducción podría consistir en mantener los ingresos de los terratenientes, pues éstos desempeñaban la función socialmente deseable de gastar sus rentas en un consumo suntuario, ya que, al obrar así, contribuían a mantener el nivel de la demanda agregada.



Economía Marxista.


Karl Marx (1818 – 1883)

La concepción materialista de la historia arranca del principio de que la producción y el intercambio de productos constituyen la base de todo orden social. La validez de esta afirmación descansaba en que en cualquier sociedad, de cuantas han aparecido en la historia, la división en clases está determinada por tres hechos: lo que se produce, cómo se produce y por la forma en que se intercambia la producción.
La fuerza básica en la historia es, para Marx, la estructura económica de la sociedad.
El objetivo de la obra de Marx era descubrir las leyes del movimiento de la sociedad capitalista.
Construyó un modelo económico para demostrar cómo el capitalismo explotaba necesariamente a su clase trabajadora y cómo esta explotación conduciría inevitablemente a su destrucción.
Según Marx, el valor del uso o utilidad de una mercancía constituye la sustancia de toda riqueza. Además de un valor de uso, una mercancía tiene un valor de cambio, que se conoce abreviadamente como valor.
El tiempo de trabajo socialmente necesario incluye tanto el trabajo directo de producción de la mercancía como el trabajo incorporado en forma de maquinaria y materias primas utilizadas y el valor transferido a la mercancía durante el proceso de producción.

§  Las consecuencias de la acumulación de capital.

A juicio de Marx, la causa del decrecimiento de la tasa de beneficio hay que buscarla en el aumento de la proporción entre capital constante y capital variable. Marx creía que esta ley demostraba que la producción capitalista tropezaba con barreras internas en cuanto a su expansión indefinida. El proceso de mecanización crea un “ejército industrial de reserva” de personas sin trabajo, que tiene a empobrecer aún más al proletariado, al forzar los salarios a la baja. Según Marx, la circulación de mercancías implica necesariamente un equilibrio de ventas y compras, queriendo con ello significar que el número de las ventas realizadas es igual al de las compras. Si el intervalo entre la venta y la compra se hace demasiado prolongado, tiene lugar una crisis.
La expansión requiere más trabajadores, y para obtenerlos, los capitalistas tienen que competir entre ellos. Los salarios tienden a subir, y los beneficios a bajar. Según Marx, la disminución de los beneficios se pretende contrarrestar sustituyendo obreros por máquinas, pero como los beneficios están constituidos solamente por la diferencia entre los costos de trabajo y lo que se percibe de la venta de las mercancías, el capitalista sigue cogido en la trampa. En otras palabras, al mecanizar la producción, el margen de beneficios se reduce, porque hay menos trabajadores de quienes extraer plusvalía. Por el contrario, el nivel de los salarios se eleva y sus beneficios descienden.
El progreso tecnológico acumulativo y la productividad creciente del trabajo conducen al desarrollo de la producción, pero el mercado aumenta más lentamente en razón del limitado poder adquisitivo de los trabajadores. Las crisis periódicas se producen porque la oferta supera a la demanda, y así, desaparece temporalmente el carácter lucrativo de la producción.

Los monetaristas.


El centro de atención de los economistas neoclásicos fue el funcionamiento del sistema de mercado y su papel como asignador de recursos. Esta orientación del pensamiento económico estaba relacionada con los cambios ocurridos en el marco económico de las naciones occidentales. La expansión económica parecía poder cuidar de sí misma.
Para llevar a cabo un nuevo tipo de análisis se formularon modelos abstractos del comportamiento de la Economía. Se prestó gran atención al uso de las matemáticas en el análisis económico, elevándose el rigor de la discusión económica, aun a costa de una pérdida de contacto con los problemas reales.

Alfred Marshall (1842 – 1924)

Para Marshall, el análisis del funcionamiento del sistema de mercado empezaba con el estudio del comportamiento de los productores y de los consumidores, pues era la clave para analizar la determinación de los precios.

§  Las preferencias de los consumidores: la utilidad.

El elemento básico de la escuela neoclásica consistió en atender cómo entran las preferencias de los consumidores a formar parte de la demanda de bienes. Los neoclásicos encontraron que la demanda depende de la utilidad marginal. Dado que los consumidores tienen que escoger entre más de un bien y menos de otro para maximizar su utilidad, deberían ajustar sus gastos de tal modo que no fuera posible aumentar su satisfacción mediante una distribución alternativa de esos gastos entre los diferentes bienes.
Del mismo modo que los consumidores obtenían a través del mercado una utilidad marginal decreciente, los productores, al ofrecer sus servicios, sufrían una desutilidad decreciente marginalmente, pues la producción llevaba consigo costos y sacrificios que, en la mayoría de los casos, aumentarían conforme creciera la cantidad ofrecida.

§  La teoría de la producción.

Para Marshall, los rendimientos crecientes de escala asociados a la aplicación de tecnologías avanzadas podían originar ciertas complicaciones. Las economías de escala implicaban que un pequeño número de grandes productores podía funcionar a un costo medio más bajo produciendo la misma cantidad que un gran número de pequeñas empresas, quedando en entredicho las premisas de un mercado competitivo.
Marshall creía que, por lo general, las ventas de cada empresa están limitadas al mercado particular y, aunque la producción pueda aumentarse muy rápidamente, no ocurriría lo mismo con las ventas.

§  La teoría cuantitativa del dinero.

Marshall dedicó su obra fundamentalmente a temas microeconómicos, también dirigió su atención a problemas propios de la economía agregada. Para Marshall, la cuestión principal, en términos de macroeconomía, era la determinación del nivel general de precios. Su análisis se desarrolló en torno a la teoría cuantitativa del dinero. En vez de considerar el ritmo al que rotaba la oferta monetaria, esto es, “la velocidad de circulación” del dinero, centró su interés en los saldos monetarios mantenidos por la comunidad, es decir, los saldos de caja. Así, sostuvo que la cantidad de dinero mantenida en caja en una economía quedaba regulada por el marco institucional.
Marshall sostenía que, cualquiera que sea el estado de la sociedad, siempre hay un cierto volumen de sus recursos que la gente decide mantener en forma de dinero, y, si todo lo demás permanece igual, existirá una relación directa entre el volumen de dinero y el nivel de precios.
Según esta teoría, existe una relación directa y estable entre el volumen de dinero y el nivel de precios.

La revolución keynesiana.

La obra de Keynes, y en especial, La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, fue un alegato contra la economía clásica. Los aspectos más destacados de la obra keynesiana se pueden destacar en los siguientes puntos:
  •          La negación de la ley de Say y el consiguiente rechazo de la tendencia automática hacia el pleno empleo.
  •          El papel fundamental de la demanda agregada como elemento determinante del nivel de actividad económica y del nivel de empleo, tanto a corto como a largo plazo.
  •          La incorporación de la función de consumo y distinción entre los deseos de ahorrar y de invertir.
  •         La importancia de las expectativas, especialmente en las funciones de inversión y de preferencia por la liquidez.
  •          La incidencia de las fluctuaciones de la demanda de inversión en la inestabilidad económica.
  •          El supuesto de que los mercados a menudo presentan rigideces e imperfecciones.
  •          El papel fundamental de las políticas de estabilización de la demanda efectiva.

Keynes rechazó que el estado normal de la economía fuese el pleno empleo y justificó la existencia de equilibrio con desempleo involuntario. Además, procuró soluciones de política económica para acercar la economía a la senda del pleno empleo.

La síntesis neoclásica.

En las décadas de los años 40 y 50, lo que tuvo lugar fue una reconciliación de las corrientes de pensamiento neoclásico y keynesiano, dando lugar a la denominada “síntesis neoclásica”.
El modelo general de la “síntesis neoclásica” es un modelo de equilibrio general agregado, que, bajo el supuesto de plena y absoluta flexibilidad de los precios, alcanza el equilibrio en los diversos mercados.
Este modelo se puede introducir como un desajuste básico entre las cantidades de dinero y el salario monetario. Así mismo, la demanda de dinero se podría especificar de modo que incluyera la “trampa de la liquidez”.

Con la síntesis neoclásica desaparece la incertidumbre como determinante fundamental de muchas conductas de los agentes económicos. Los animal spirits, esto es, las expectativas volátiles tan importantes en el modelo de Keynes, pasan a un segundo plano, y la inversión vuelve a aparecer como una función estable del tipo de interés.
De esta manera, el mensaje keynesiano queda tergiversado, ya que, bajo el nuevo enfoque, la clave dl modelo está en la rigidez a la baja de los precios y los salarios, a pesar de la insistencia de Keynes, en que la flexibilidad de precios y salarios no permitiría, por si sola, la vuelta al equilibrio con pleno empleo.

John Maynard Keynes (1883 – 1946)

Nació en Inglaterra. Su padre, John Keynes, fue un destacado economista y lógico. Estudió en Cambridge, y entre sus profesores se encontraron a Marshall y Pigou.
Keynes fue una figura importante, tanto en el mundo de los negocios, como en la vida académica. Fue el máximo exponente de la delegación del Tesoro británico en la conferencia de paz que siguió a la Primera Guerra Mundial y también Jefe de la Comisión de su país para la Organización de Fondo Monetario Internacional y del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo.
En 1936, publicó la Teoría general del empleo, el interés y el dinero.

§  

     La contrarrevolución monetaria.

Una tradición que arrancaría de Irving Fisher y que, posteriormente, se cimentaría en la obra de Milton Friedman, y en la que algunos otros autores, entre los que cabe destacar a Friedrich, Hayek, ha ido elaborando los elementos analíticos e ideológicos de la llamada escuela monetarista. Aunque la escuela presenta algunas ramificaciones, podemos exponer sus ideas centrales:
  •          Rechazo de las relaciones básicas del modelo keynesiano.
  •          Importancia de las variaciones de la tasa de crecimiento de la cantidad de dinero respecto de la evolución de la economía.
  •          Inoperancia de las políticas de estabilización, en el mejor de los casos, si bien lo normal es que produzcan fuertes perturbaciones en el sistema económico en su conjunto.
  •          Inconvivencia de la política fiscal activa.
  •          Existencia de una tasa natural de desempleo, que depende sólo de factores reales y que únicamente se puede reducir a largo plazo.

Friedman ataca las definiciones y relaciones de los dos componentes básicos de la demanda agregada keynesiana: el consumo y la inversión. En primer lugar, sostiene que los individuos ajustan su gasto en consumo a su renta a largo plazo, pero niega que la relación a corto plazo entre consumo y renta sea estable. En segundo lugar, trata de demostrar empíricamente que tampoco la relación renta-inversión es estable.

§     El papel del estado.

Los monetaristas también sostienen que el Estado despilfarra los recursos que utiliza. Gasta no sólo lo que recauda, sino que incurre permanentemente a un déficit presupuestario.
Desde una perspectiva monetarista, las autoridades no pueden fijar como objetivo de su política la reducción de la tasa de desempleo a corto plazo, dado que ésta depende factores reales que sólo es posible modificar en el largo plazo. Rigideces insitucionales, ineficacia del mercado de trabajo, etcétera, son los factores que determinan el nivel de empleo.
Con esta concepción del funcionamiento del sistema económico, los monetaristas afirman que las autoridades económicas sólo deben proveer a la economía una tasa constante, reducir el tamaño del sector público cuando sea posible y suprimir las regulaciones administrativas que encorsetan el funcionamiento de las fuerzas libres del mercado.